lunes, 9 de octubre de 2017

Menos mal, que nos queda Portugal...

     Menos mal, que nos queda Portugal...

     Salgo del trabajo algo más temprano de lo habitual. Tengo km por delante y quiero llegar a la hora de la cena.
     En Zamora tengo parada obligatoria para dar un beso a mis sobrinos y poner rumbo por la Sierra rápidamente a Puebla de Sanabria.

     El embalse de Ricobayo, tras pasar por Montamarta, no está en sus mejores años. Aquí también ha llegado la sequía.


     Subo a tierras un poco más altas y el paisaje cambia por completo.

     En una de estas rectas me encuentro una bonita sorpresa (ya siento que salga movida la foto).
       En el embalsa de Ntra Sra. del Agavanzal se pueden ver dos puentes en la misma foto, el antiguo y el moderno.


     Dejo de juguetear por esta Sierra (no he he dado cuenta y voy algo retrasado) y salgo pitando para Puebla de Sanabria. Allí me esperan Nico, Clara y Xose (nuevo compañero al que no conocía), y con ellos terminaremos el viaje hasta Vilagarcía de Arousa.
     Para este viaje he echado unos torreznillos de Tendilla (GU) que no cabían en ninguna maleta. Nada que no se solucione con una pequeña red.
     Nuestro viaje de subida no da para muchos comentarios ya que, al tener muchos km por delante e ir justos de horario (y de noche), no tuvimos más remedio que "tirar de autovía".    

     Tras la tirada de km llegamos sobre las 22:00h a "mesa puesta". Los presentes ya tenían un cubo lleno de cristales y otros residuos...



          Como es habitual en este tipo de reuniones, reina un ambiente excepcional y comida a mansalva... por cierto, las almejas estaban de espectáculo.
     El cumple de Emilio había sido esa misma semana, así es que se le hizo entrega de la tarta y el regalo.

     Y tras ello, los también habituales licores...

     Por la mañana nos dispusimos a conocer parte de esta bonita tierra.



     Y nos llevaron a ver el faro de Corrubedo. Un enclave precioso.



     Tras un rato de contemplar el mar (la verdad es que te quedas embobado), tuvimos que continuar la ruta...
      Para tomar un pequeño refrigerio en el puerto, en un sitio muy curioso.



     Montado con mucho gusto, la verdad. Dentro del local tenían una pequeña "lonja" y las puertas de los baños eran puertas antiguas de camarotes.



      La visita fue breve, teníamos que dirigirnos a otro mirador.
      Con vistas de impresión.

      Y algo de postureo en el Monte Tahume... mi amigo Rober.
      Y mi amigo Aure.
      La subida y bajada es por el mismo sitio, con curvas cerradas a tener en cuenta.

     Al llegar abajo, en un cruce, Paco dejó recostar la Afri al no hacer pie cerca de una cuneta... Por suerte, sin ningún daño personal ni material.

     Y continuamos por una sencilla pista a ver las playas que habíamos observado desde arriba, pero más de cerca. Praia de As Furnas.




     Desde aquí fuimos a comer al restaurante O Castro

      Y algunos nos acercamos andando al Castro de Baroña, justo debajo del restaurante.
   
      Praia de Arealonga. Nudista, según internet. Junto al castro.

      Tuvimos sesión del gran Dj Titobeig resident.... jajajajajaja
        Otros cuantos no pudieron perdonar la cabezada tras la ingesta.
     Costó levantar a alguno, pero había que acercarnos al mirador de Curota por una bonita carretera.



     Desde aquí nos retiramos al Pazo a pegarnos una buena ducha y cambiarnos. En mi caso, había quedado con Cristóbal para cambiar el regulador de la Afri (se había roto la semana antes de subir aquí) y que no me diese problemas. Y como siempre, uno currando y siete mirando... jejejej

     La gente estaba cansada y al día siguiente había viaje, así es que la velada no se alargó mucho.


     Nosotros nos levantamos pronto, desayunamos y nos despedimos del personal, que mi amigo Rober y yo pondremos rumbo a Portugal para pasar un par de jornadas. Despedidas y marcha...



     El día está bonito y circulamos por secundarias hasta la zona de Vigo.
      Isla de San Simón

      El puente de Rande.
     Nos acercamos a Porriño a saludar a una amiga. Son fiestas y nos invitan a quedarnos y comer unos callos (típicos de aquí), pero declinamos el ofrecimiento. No podemos comer más... jajajaj. Visita fugaz al Ayuntamiento.

     Restos del antiguo tranvía que llevaba a la gente hasta Vigo.
     Salimos en dirección Praia Patos, que queremos hacer una foto allí. Pasamos por San Pedro de la Ramallosa con un día espléndido.

     Y aquí está la foto para nuestros amigos africanos los Patos en su playa.
      Nuestro siguiente punto de paso es Baiona. Dimos un paseo por los alrededores del Parador disfrutando de la mañana.
     Según dice internet:
     "Se encuentra ubicada en la península de Monte Boi, también conocida como de Monterreal. Se conoce desde hace más de 2.000 años como recinto amurallado. Siglos antes del nacimiento de Cristo, habitaron en ella diferentes pueblos, entre ellos, celtas, fenicios y romanos. Ya en nuestra era se vio ocupado por diversos pobladores y sufrió gran cantidad de ataques, así como de modificaciones. Antiguamente, se asentó aquí la villa de Baiona, por privilegio otorgado por los Reyes Católicos para defenderse de las incursiones corsarias.
     La península ocupa una extensión de 18 hectáreas rodeadas de 3 km. de murallas almenadas de entre los siglos XI y XVII.
     Después, el recinto se convirtió en residencia de los diferentes gobernadores militares de la fortaleza, entre ellos el conde de Gondomar. Posteriormente pasó a manos privadas hasta que, en 1963, lo adquirió el Ministerio de Información y Turismo para instalar en su interior el Parador de Turismo "Conde de Gondomar".
     Actualmente, la muralla mantiene las tres torres desde las que se vigilaba la fortaleza. A la entrada está la Torre del Reloj (que escondía una campana que servía para dar la alarma en caso de ataque enemigo); al este se yergue la Torre de la Tenaza, cuyo cometido era defender el puerto mediante unas baterías de tiro y, en la parte más oriental de la fortaleza, sobre la bahía, está la Torre del Príncipe, quizá la más antigua, que actuaba como faro para los navíos. Ésta última tiene tres escudos (de los Austrias, de los Sotomaior y el de la villa) y debe su nombre a que en ella estuvo preso el príncipe portugués Afonso Enriques en el 1137.
      La fortaleza puede visitarse cualquier día del año. Desde ella es agradable presenciar las magníficas puestas de sol sobre la ría y sobre las islas Cíes y la línea marítima sobre la que se estira Baiona".





     Como veis, circulamos con los vehículos por dentro del recinto... me he enterado al hacer la crónica que había que pagar 5€/vehículo por ello....pero no lo hicimos... jejejejej.
     Las vistas hacia las Islas Cíes son preciosas.


    
     Tengo ganas de hacer la carretera desde Baiona hasta La Guardia. He visto que va cerca del mar y a poco que se preste tendrá buenas vistas. Nos despedimos de Baiona.
     Nada más coger la carretera, comenzamos a ver el mar rompiendo en las rocas

      Sin darme cuenta, se dibuja una sonrisa en mi cara.
     Las vistas de esta carretera entre Baiona y La Guardia no son para menos...











     Hay muchos miradores y/o zonas donde poder parar a observar el mar. La verdad es que hipnotiza y relaja... 
 




     Después de la costa paramos a echar un bocata en La Guardia y subimos al Castro de Sta. Tegra. Te cobran 1€ por persona en una caseta en la carretera. La verdad es que está muy bien conservado (a mi me pareció una pasada) y con unas vistas de alucine.



     A un lado del Castro, el Miño, haciendo "frontera" con Portugal.
     Y al otro lado, el océano Atlántico.

     Cruzamos al país vecino por el puente de Vila Nova de Cerveira y, aunque me habían hablado que merecía la pena dar una vuelta por el pueblo, preferimos proseguir tranquilamente nuestra marcha.
     Algo más abajo (por Caminha) desemboca un río del que no he podido averiguar el nombre y además sale el ferry hasta La Guardia.


     Y al fondo se puede "intuirse" la Praia da Foz do Minho
     La verdad es que Portugal está lleno de playas espectaculares y me hubiese gustado pasar por todas, pero fuimos "eligiendo" alguna al azar. Como muestra, Praia de Áncora.


     En el mapa había marcado un punto en Viana do Castelo y el Santuario de Sta. Luzia. Primero le dimos una vuelta con las motos y luego las aparcamos para acercarnos a la Plaza de la República.
      Nos encontramos con un pueblo muy agradable, aunque más grande de la idea que me había hecho y bastante circulación.



     La subida al Santuario se hace por una carretera de adoquín, algo incómoda por el traqueteo continuo.
      Y de nuevo las vistas son inmejorables. Sobre el río Limia.
      Sobre el pueblo y la Praia do Cabedelo
     Comienza a bajar el sol y decidimos estirar la jornada hasta Ponte de Lima. Aquí acaba nuestro viaje junto a el mar, para dirigirnos "tierra adentro" pegados al río Limia.

     Buscamos un alojamiento al azar y la verdad es que no puede tener mejores vistas.
      Un paseo por el pueblo y a cenar algo para acabar la jornada.


 

     Nos levantamos temprano. Un poco de desayuno y dimos una vuelta por el mercadillo que había justo debajo del hotel. Aún me colaron unos típicos paños de cocina portugueses. Estaba lleno de gente por todos los lados.
      Un puesto con el típico bacalao.
     Pero el lunes nos deparaba bonitos pueblos y carreteras de interior con muchas viñas en dirección a Braga.



     Allí queríamos centrarnos en el Monte do Bom Jesus y sus vistas sobre la ciudad.



   Multitud de fincas privadas con "palacios" en ellas.

     Cogimos una carretera "alternativa" sin nada de tráfico para acercarnos a Guimaraes. Bonitos paisajes y algún monumernto de interés por el camino.


     He de decir que esta población era uno de los objetivos del viaje. Dicen que aquí es donde nació Portugal...

     La iglesia Nossa Senhora da Consolação y la avenida Largo República do Brasil

      El Palacio de los Duques de Braganza.

      Castillo de Guimaraes.

 
      Me esperaba pueblos más pequeños y "accesibles"... el casco antiguo únicamente estaba permitido a vehículos autorizados... y, por supuesto, dos africas deben estarlo, así es que nos colamos a riesgo de la multa.



      Hacía un calor exagerado para ser primeros de octubre. Paramos a tomar un refrigerio y dejamos las motos cargadas subidas en una gran acera, justo enfrente nuestro. Primero vino un señor a decirnos que le molestaban las motos alli (estaba con una furgo pequeña). Al momento, un señor agente para decir que las teníamos que bajar.... en fin, un trago rápido y nos echamos a la carretera dirección a Amarante.




     Dimos una vuelta por Amarante y la verdad es que me gustó el pueblo. Las casas pegadas al río tienen mucho encanto.
      Paramos en el puente medieval, pero enseguida llegaron coches y nos tuvimso que mover.
      Iglesia y monasterio de San Gonçalo.
     En internet hay fotos que destacan más que las nuestras.


     Comimos un bocata por una de las plazas y descansamos un poco el culo.
     Realmente pensábamos que nos quedaba menos trayecto por delante, pero nos sorprendió comprobar que todavía teniamos unas 2´5h hasta nuestro siguiente destino: Miranda do Douro.
      Dejamos atrás el paisaje "viñero" y pasamos a zonas más montañosas.

      Atravesamos una zona bastante castigada en verano por los malditos incendios. Todo quemado a ambos lados de la carretera.
      Y la verdad es que ensimismados en las vistas, no hubo manera de llenar los tanques.


     Cierto es que paramos a llenar con la mala suerte que estaba la gasolinera fuera de servicio. Decimos tirar hasta la siguiente y casi hacemos la risa. Varias veces me acordé de mi amigo Nico que siempre anda vacilándome con los consumos de su afri.
     Aunque yo creo que los de la mía no están nada mal (reserva a los 330km).

     Decidimos no parar en Vila Real, ya que ibamos un poco justos de tiempo y así poder disfrutar un poco más del viaje.


      Llegamos a Miranda do Douro y nos metimos de nuevo por las calles "autorizadas a Africa Twin" para darle un paseo al pueblo.




     Aunque queríamos gozar de las vistas del Duero y Rober no lo dudó.

      El Duero.

 
     Una de las cosas que tengo pendiente por esta zona es la de dar un paseo en barco por esos cortados.
     Desde aquí ponemos rumbo a Zamora de nuevo, no sin antes sacar un par de buenas instanténeas del embalse de Sayago, siendo las 19h y viendo como se nos escapa ya el sol.

     Así es que dimos por terminada esta escapada por Galicia y Portugal, deseando no tardar mucho en volver...

¡¡¡NOS VEMOS PRONTO!!!






























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